Nuestra Biblioteca

"La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo hace preciso". Francis Bacon

 


Bibliotecas escolares



La biblioteca escolar está destinada a funcionar como un centro de recursos, búsqueda e información útil y pertinente para los lectores presentes en la escuela, tanto alumnos como docentes. Tiene que garantizar también la posibilidad de llevar a cabo actividades puntuales relacionadas con el lenguaje y el disfrute de la lectura. Así como la biblioteca del aula puede impulsar hacia la biblioteca escolar, ésta puede (y debe) ayudar a los lectores a acercarse a las bibliotecas públicas, formando así un circuito de lectura que atraviese por la escuela y la comunidad. No nos conformemos con los acervos del aula, tenemos que consultar y explorar las colecciones más amplias de la biblioteca escolar. Necesitamos conocer qué tiene la escuela en su conjunto, comentar entre los maestros los libros y sus posibilidades para ampliar las capacidades de dar clases más creativas, ricas, exitosas y placenteras. Establecer un circuito fluido de circulación de materiales alimentará estas oportunidades. También esta exploración constante forma parte del crecimiento lector de los adultos de la escuela, maestros y familias.

 

Mecanismos de préstamo

  •  Los alumnos pueden solicitar préstamos dentro de la biblioteca.
  • Siempre que se pueda, la biblioteca será de estantería abierta.
  • Los préstamos a domicilio pueden solicitarse cualquier día de la semana, y el plazo para la devolución será pactado por el responsable de la biblioteca junto con los maestros y el director.
  • El sistema de control y registro de préstamos será claro, sencillo y confiable. Todos los lectores podrán entenderlo y manejarlo.
  • El responsable de la biblioteca propondrá y elaborará un reglamento de uso y cuidado incluyente y respetuoso de los lectores.
  • Este reglamento estará siempre a la vista, y sujeto a revisiones periódicas.
 
 

Valoración de los títulos seleccionados


Calidad literaria. La calidad del texto, sea narrativo, poético, expositivo, de divulgación, etcétera, está dada en buena medida por la coherencia de la historia o del asunto que se aborda, por la verosimilitud de lo que se plantea y por el empleo eficaz de la lengua que, sin caer en una rigidez artificial, debe poder llegar a diferentes tipos de lectores.

 Calidad de las ilustraciones. En la mayor parte de los libros infantiles la ilustración posee un amplio valor significante, de ahí que deba cuidarse que sea congruente con el texto o bien que ofrezca elementos que fortalezcan y amplíen las propuestas del mismo, de manera que texto e ilustración apunten en la misma dirección y no aparezcan divorciados.

 Calidad editorial. En este caso debe considerarse la adecuación del soporte a la propuesta de texto e imagen. Tanto los materiales como el formato que sustentan la obra deben ser durables, resistentes y acordes con la edad y experiencia lectora del público al que estén  dirigidos los libros.
 


Sobre los niveles lectores

 Se han considerado cuatro series de acuerdo con los niveles lectores que confluyen en la educación básica:

 
 Al sol solito comprenden textos dirigidos a quienes inician su entrada al sistema de escritura en un espacio formal, pues sabemos que los niños tienen, en mayor o menor grado, conocimientos diversos sobre la lengua escrita aun antes de ingresar a la escuela, y a partir del contacto cotidiano con los textos en su medio social. En este punto los niños diferencian claramente entre texto e ilustración, se interesan por los aspectos sonoros y gráficos de la lengua, identifican la direccionalidad de la escritura, disfrutan que alguien lea para ellos en voz alta, se apoyan en el contexto y los recursos gráficos para anticipar el contenido de un texto, establecen similitudes entre los hechos narrados y los que ellos han vivido, “leen” los libros que les agradan o que alguien les ha leído.
 
 
 
 
 
Pasos de luna. Esta serie está dirigida a quienes ya se han iniciado formalmente en la apropiación de la lengua escrita y, en sentido estricto, ya leen y comienzan a establecer significados a partir de lo que el texto aporta y de su propia experiencia vital. En este momento los lectores son cada vez más conscientes de que existen diversos tipos de texto y se interesan por comentar lo que han leído, por aprehender el sentido de las palabras





  Astrolabio. Los lectores a los que se destina esta serie son capaces de aproximarse por cuenta propia a textos diversos de mayor complejidad narrativa y sintáctica; su grado de dominio de la lengua les permite reflexionar sobre la organización de los textos, y también los lleva a búsquedas más personales con respecto a los temas y los géneros; de ahí que empiecen a buscar libros de autores ya conocidos o similares a los que tiempo atrás leyeron. Al mismo tiempo, están en un momento propicio para releer y para consultar materiales de referencia que los apoyen en su nuevas experiencias como lectores.



 


Espejo de Urania, la autonomía en la lectura implica que se domina la lengua escrita de manera tal que es posible seleccionar y comprender por uno mismo lo que se lee. Por supuesto, esta autonomía no es un punto de llegada, sino un proceso continuo, pues el desarrollo como lector continúa durante toda la vida. Entre las características de un lector autónomo, al cual está dirigida esta serie, se hallan su capacidad para desentrañar y establecer la organización lógica de los textos, las relaciones temporales, espaciales y de causa efecto que se plantean mediante la escritura, así como los distintos significados de lo leído; de este modo, el lector realiza un esfuerzo de contextualización y relación de un texto con otros, a la vez que puede captar los distintos planos del lenguaje y las sutilezas que éste implica.
 

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